martes, 19 de abril de 2016

AÑOS 70 (4). PONG, EL CATAPULTADOR DE LA INDUSTRIA

El 24 de mayo de 1972 Nolan Bushnell estaba entre el público asistente a una demostración de la Magnavox Odyssey que estaba teniendo lugar en Burlingame, California. Ese día Bushnell tuvo la oportunidad de jugar al Ping-pong, que como ya comentamos en el post anterior, fue uno de los juegos incluidos en la nueva consola. Justo después, contrató a Alan Alcorn, un ingeniero de la compañía Ampex, para que trabajase en una versión arcade del juego que recibió el nombre de Pong.
 
El juego, que era el primer título de la recién creada Atari, no introducía grandes cambios respecto a los juegos de la Magnavox Odyssey, pero sí contaba con ciertas mejoras (rutina de movimientos mejorada, puntuación en pantalla, efectos de sonido, entre otras) que hicieron posible el éxito que la máquina consiguió en los salones en los que fue instalada.

Cuando Brushnell y Dabney vieron el trabajo de Alcorn finalizado decidieron probar la nueva máquina en el Andy Capp's Tavern, un local de Sunnyville, California, la cual tuvo mucho éxito. Bushnell decidió presentar su trabajo a varias empresas, pero obtuvo respuesta negativa de todas. Al final se convenció de que debía ser la misma Atari la que se hiciera cargo de la fabricación y distribución de las máquinas. Las primeras unidades se vendieron con cierta fluidez, lo que supuso una entrada de capital en la empresa que Bushnell utilizó para ampliar sus instalaciones; lo mismo ocurrió con la segunda entrega de 50 máquinas.




Después de superar una serie de problemas de recursos y presupuesto, la máquinas se empezaron a vender en grandes cantidades, lo que también supuso un gran impulso para Atari. No solo eso, sino que llegaron al mercado varias copias manufacturadas por compañías de la competencia. La japonesa Taito lanzó al mercado oriental su propia versión del juego, y lo mismo ocurrió en países como Francia o Italia. El enorme éxito de la máquina de Atari también impulsó las ventas de la Odyssey, la consola en la que se había basado, y a finales de 1974 había cerca de 100.000 máquinas arcade sólo en Estados Unidos que generaban más de 250 millones de dólares anualmente. Fue en este momento cuando la industria de los videojuegos se consolidó realmente.


El inmenso éxito de Pong en 1972 reestructuró por completo el negocio del entretenimiento. En 1973 quince compañías se habían lanzado al negocio de los videojuegos. Los videojuegos de estas compañías no dejaban de ser simples copias de Pong, mientras que la compañía que había creado el juego original seguía aportando nuevas innovaciones.

Mientras sus competidoras no hacían más que lanzar nuevas copias de Pong, Atari comercializó nuevos éxitos como Space Race, Rebound o Gotcha (1973), Quadrapong, Touch Me, Tank, Qwak! o Gran Trak 10 (1974), cada uno de los cuales suponía en la práctica la inauguración de un nuevo género.

Después del éxito de Pong, Atari no dudó en diseñar una consola doméstica para jugar al juego en casa. Después de presentar esta consola, llamada Atari Pong, a la cadena comercial norteamericana Sears, ésta decidió comprarla, quedándose así con sus derechos. Debido a esto, la consola pasó a llamarse Sears Tele-Games. La máquina, que salió en 1975, se convirtió en la primera consola doméstica de Atari, y obtuvo un éxito inmediato, vendiendo cerca de 150.000 unidades, generando una gran cantidad de ingresos para la compañía.



La Atari Pong original
 
 
 
Versión de la consola después de ser comprada por Sears, ahora llamada Sears-TeleGames
 
 
 

 
Bueno, pues esto es todo por este post. Pronto colgaré una nueva entrada explicando los cambios que quiero hacer en la temática y dinámica del blog. Espero que os guste el nuevo enfoque que le quiero dar. Creo sinceramente que es muy necesario para el blog. ¡Gracias y hasta pronto!

sábado, 9 de abril de 2016

AÑOS 70 (3). MAGNAVOX ODYSSEY, LA PRIMERA VIDEOCONSOLA DOMÉSTICA COMERCIALIZADA

¡Hola!
 
En este post nos centraremos en la videoconsola Magnavox Odyssey, que se trata de la evolución de la primera videoconsola de la historia, la Brown Box de Ralph Baer, la cual no había llegado al mercado.
 
Ralph Baer no había desistido en su Brown Box, y la había continuado presentando a distintas compañías para que se pudiera comercializar, pero la verdad es que no tuvo éxito. En julio de 1968 Bill Enders, un ex directivo de RCA que trabajaba para la compañía electrónica Magnavox y que había quedado impresionado con las primeras demostraciones de Baer, convenció a otros directivos de la empresa para que le dieran una oportunidad. Tras una segunda demostración Gerry Martin, jefe de marketing de la división de televisión de la compañía, quedó convencido y se hizo cargo del proyecto. Magnavox firmó un acuerdo con Sanders Associates, (la empresa para la que trabajaban Baer y sus colaboradores) y en marzo de 1971 se aprobó definitivamente la fabricación del producto.
 
Así pues, una vez acabada su construcción en abril de 1972, la firma presentó la nueva máquina a la prensa y a sus distribuidores, patentada con el nuevo nombre: Magnavox Odyssey. Al mismo tiempo se presentó el primer accesorio de la máquina, un rifle de plástico más elaborado que el del anterior modelo (Brown Box) para jugar al juego de disparar objetivos que ya incorporaba dicho modelo, y diez juegos adicionales, todos ellos vendidos por separado. Los juegos eran bastante sencillos: tenis, ping-pong, voleibol...La consola fue lanzada al mercado en mayo del mismo año, y costaba unos $200. Se consiguieron vender cerca de 130 000 unidades ese año, siendo considerado todo un éxito.
 
Como hemos podido ver, Magnavox Odyssey fue la primera videoconsola doméstica que llegó al mercado.
 
Os dejo una imagen de la consola y de un vídeo gameplay de uno de sus juegos, en este caso el de ping-pong:
 
Magnavox-Odyssey-Console-Set.png
 
 
 
 
 
 
 
En el siguiente post (que llegará muy pronto) hablaremos sobre el videojuego Pong, videojuego arcade lanzado por Atari y que podemos considerar el juego que dio el impulso definitivo para que el sector de los videojuegos empezara a tener una enorme repercusión y se consolidara como tal.
 
¡Hasta pronto!